lunes, 27 de junio de 2011

"Canto a mí mismo" Poesía 13

En esta poesía 13 el ámbito es el campo o espacio abierto. El tema de esta poesía son las fuentes de inspiración poética de la vida.

En la composición hay dos grandes unidades de significado que pertenecen a las dos estrofas que contiene la poesía; en este caso podemos decir que la estructura formal y la estructura semántica coinciden. Desde el punto de vista del sentido nos encontramos con dos momentos y desde el punto de vista formal hay dos estrofas: en la primera tenemos la descripción del personaje del negro, y en la segunda la mención de varios animales y su lugar en la naturaleza.

Aparece en la primera estrofa una imagen de un negro esclavo, una imagen campestre: estamos frente a una descripción en la que dominan los rasgos físicos o grafopeya (descripción de rasgos físicos), sin embargo hay implícitamente rasgos de etopeya (rasgos de lo interior, lo moral). Hay una sacralización del cuerpo humano: la religiosidad del poeta se centra en el hombre y no en Dios. Whitman celebra tanto la belleza del alma como la del cuerpo. Whitman eligió la imagen del esclavo negro como trabajador rural, ésta es la anti-imagen, en primer lugar, por cómo eran considerados los negros en la época, como lo inferior, lo no humano, lo más relegado de la sociedad, y en segundo lugar por su condición de esclavos. Sin embargo, Whitman nos muestra una imagen espléndida, se ve que en la descripción abundan los adjetivos bellos , en virtud de ese propósito de retratar la esplendidez de la figura, se considera la belleza con la categoría de lo considerado, en la época, como lo no hermoso.

El negro en esta poesía es símbolo del hombre, de la condición humana que se cumple en él. Esto es un contraste, porque un esclavo que es despreciado y no considerado como hombre, él lo admira y lo hace representar a todos los hombres. Whitman está mostrando con esta descripción, la actitud de mando al tener las riendas de la cuadriga, por lo tanto puede mandar como cualquier otro, se muestra que es igual a cualquier otro hombre. El poeta muestra aquí su idea de igualdad entre los hombres, sin distinción ni de raza, condición social, económica, religiosa o cultural.

Esta imagen del negro es una casi estampa (se llama "estampa", en teoría literaria, a una descripción de la figura humana de cuerpo entero y quieto o inmóvil), porque hay imágenes de movimiento: el sombrero que retira hacia atrás, la camisa, el carro. Esta no es una estampa plena porque se idealizaría o monumentalizaría la figura, sin embargo, con imágenes de movimiento enriquecen la casi estampa porque le dan vitalidad, dinamismo.

En el tercer verso aparece la segunda imagen cromática, que es el azul de la camisa (la primera es el negro mismo, imagen cromática relativa al color de su piel). Las imágenes de movimiento están dando vitalidad a su figura, como por ejemplo, el viento que embolsa su camisa.

Utiliza la faja para protegerse de los trabajos duros que como esclavo debe realizar. Los adjetivos aparecen en fórmulas binarias, reunidos por una conjunción: "tranquila y dominante", "sobre su pelo crespo y sobre el azabache pulido de su piel". Hay muchas imágenes cromáticas como el azabache que es una piedra semi-preciosa, por lo tanto esta metonimia jerarquiza la imagen de su piel, negra y brillante. Aparece un sentimiento de entusiasmo y admiración, lo que lo apasiona es la imagen del conjunto que elaboran hombres y bestias trabajando (el negro y los caballos), relacionados. Es una pasión de carácter admirativo.

Al final de la primera estrofa, está el tema de la poesía: la sangre es metonimia de su ser y la canción es metonimia de su canto y de la poesía. El tema de esta poesía son las fuentes de inspiración poética de la vida. La idea de absorción está vinculada a la nutrición y en lo que nutre, en lo absorbido está la vida y lo poético; él es "el gran catador de la vida." Canta a la vida en todas sus formas.

En la segunda estrofa hay un giro semántico que denotan las desinencias de los primeros verbos que implican el "vosotros", es decir, que estamos frente a un discurso léxico que muestra un destinatario (se otorga él mismo un destinatario que son los bueyes). Mientras que la primera estrofa es una especie de monólogo interior, la segunda en cambio es una especie de diálogo, a pesar de que es el propio yo lírico quien se responde a la pregunta formulada: "¿qué me queréis decir con vuestros ojos?". Esta es la principal diferencia entre la primera y la segunda estrofa.

Los bueyes son muy lentos, muy sosegados y pacíficos. La imagen de los bueyes está asociada a la mirada. Los ojos de los bueyes son muy grandes y además carecen de iris, por lo cual la pupila es enorme, por ese tamaño de su pupila da impresión de abismo, de hondura, de profundidad, sabemos que ese ojo nos mira, pero no cómo nos mira, no podemos ver en qué consiste su mirada. La mirada de los bueyes es de carácter abismal, misterioso, expresan el misterio de la vida, la hondura insondable de la vida. El yo lírico se siente interrogado por esos ojos.

Cada cosa debe ser juzgada por lo que ella es o puede ser, y en lo que ella debe significar.

La imagen de la tortuga tiene paralelismo con el negro, porque ambos son disminuidos en su valor, pero Whitman los destaca por su condición vital, aparece la condición igualitaria de Whitman que está sugerida o expresada a través del contexto . El poeta está proclamando todos los elementos de la realidad que son válidos para la poesía.

La segunda imagen de animales es la de los ánades, establece que hembra y macho levantan vuelo juntos, en virtud del amor y la unidad; está expresando también la realidad del amor como un elemento significante en la vida y en la naturaleza, dotado de un sentido. Las alas que se mueven son metonimia del vuelo. Luego aparecen imágenes cromáticas, hasta los colores tienen un sentido para Whitman, todo se vuelve significante. Nadie puede ser despreciado por lo que es, pues es lo que puede ser y por tal debe ser estimado. En forma latente siempre está presente el individualismo de Whitman, insiste en cada uno, en la individualidad singular, propia.

La chova es un tipo de cuervo que emite un sonido no melodioso, siempre expresa la misma idea, a pesar de que el canto carece de valor y armonía, pues "no conoce la escala musical", Whitman lo valora.

Al final resume, de alguna manera, toda la estrofa. La mirada de la yegua baya expresa las limitaciones del hombre con respecto a la naturaleza, la lección o el aprendizaje último que hace el poeta del mundo, no es de soberbia sino de humildad, quien se ubica en su propio lugar, nunca pecará de soberbia.

El adjetivo demostrativo "esta", muestra lo que nombra el autor, esto en materia literaria se llama "deíctico" (remiten el texto a sí mismo, el texto se justifica y se apoya en sí mismo); el adjetivo demostrativo "esta" aplicado a la yegua no tiene referente, no es que esté preguntando a un animal mientras escribe, sino al que el propio poema crea.

Se vuelve a destacar que Whitman dice aprender mucho más de la naturaleza que de la cultura.

metonimia: es un tipo de metáfora donde la sustitución es parcial. Entre el elemento sustituido y el sustituyente hay un vínculo, hay vecindad de sentidos.

deíctico: son partículas que establecen la relación entre los discursos y los objetos. Hay otrros deícticos que no se refieren a ningún objeto o animal especial, sino al que crea el propio texto (como en este caso del al poesía 13).




miércoles, 8 de junio de 2011

"Canto a mi mismo" Poema 1


"Canto a mí mismo", Walt Whitman
Poema 1

"Canto a mí mismo" es un poemario de 52 composiciones escrito en verso libre (verso que no tiene ni métrica, ni rima), mostrando la voluntad enteramente libre del poeta.

Whitman en el prefacio de su libro editado en 1881 sostiene que no cambió nunca el título de "Hojas de hierba" porque lo dicho en las doce poesías iniciales era todo y el resto de su obra es un gran desarrollo de lo mismo.

"Hojas" metafóricamente hablando es cada uno de los poemas y "de hierba" porque es un elemento muy sencillo, es lo más elemental.

El título "Canto a mí mismo" no puede ser identificado como un canto al yo o al ego, no es un canto de egolatría como se pensó en la época, ni de un excesivo amor propio, es un canto universal, canto a todos los hombres. No es un canto al yo sino un canto al Hombre, a la condición humana.

La poesía número 1 puede considerarse como una introducción al libro porque enuncia algunos temas y una decisión: los temas son del hombre y la decisión es del canto, nos enfrentamos a una poesía de vocación humana.

El tema de la poesía 1 es el del ser y el de los motivos y razones del canto. En el primer verso hay partículas que se repiten: "me","mi", "te". El "me" es dativo o acusativo del pronombre de la primera persona (yo) y el "mi" es gramaticalmente hablando, un adjetivo posesivo. Estas partículas generan un yo que es a quien corresponde el discurso poético. A ese yo o voz poética lo llamamos "yo lírico" que no coincide plenamente con la entidad humana de Walt Whitman.

El tu como destinatario, está creado por la partícula "ti" que es un dativo o acusativo. Esta segunda persona pertenece, en términos generales, al lector y se concreta en cada acto de lectura, con lo que se llama actualización lectora.

El sentimiento de igualdad de la obra de Whitman nace de la vivencia, no hay diferencia de ningún tipo, todos son uno y uno es todo al mismo tiempo.

La segunda estrofa ofrece un hecho de la vida cotidiana que es ajeno a la tradición literaria, es un elemento prosaico (el vagar).

La acción de vagar al comienzo de la estrofa 2 es referida a un momento de recuperación de lo puro y de lo esencial del mundo y de la vida, porque la hierba es simbólica, es el símbolo de lo que la cultura no ha tocado.

El presente del indicativo de los verbos "vagar" y "tumbarse" es un presente actual ficticio que coincide con la enunciación poética.

Aparece la idea de la pertenencia al universo de lo natural, la idea de tiempo implícitamente queda cuestionada al destacarse la sucesión de generaciones que trascienden y forman parte de la vida en la tierra.

Dice "lengua" en lugar de palabra o voz poética y "sangre" en vez de vida y esto es una figura poética llamada metonimia, que consiste en el desplazamiento de sentido por contiguidad o vecindad, similar a la metáfora.

Nos encontramos con vocablos ajenos a la tradición poética como "átomo" y "molécula". Whitman abandona la tradición poética introduciendo todo tipo de lenguaje, el cual maneja libremente e introduce expresiones como éstas que vienen del lenguaje de la ciencia, y otras en lenguas como la francesa o la italiana, que se utilizan en el lenguaje cotidiano de la lengua inglesa. Esta fue una renovación a nivel de léxico que introdujo Whitman.

Se nombra una sucesión de generaciones, pero no para mostrarnos el transcurso del tiempo, sino para mostrar el todo, el universo y la trascendencia de la vida humana. Del punto de vista sintáctico esta es una figura llamada enumeración. Hay una idea de la inmortalidad latente en Whitman que resulta muy interesante y puede encontrarse en cualquiera de sus textos.

En la tercera estrofa hay un cambio abrupto, hay un giro autobiográfico escrito en un verso claramente bimembrado: "Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta" (hay dos unidades sintácticas y dos unidades de sentido).

Nacimiento y muerte son para Whitman hechos accidentales a lo esencial de la vida que es eterna. En esta estrofa se anuncia la decisión de continuar escribiendo, es un anuncio de su vocación poética que continuará hasta que muera.

El poeta anticipa su condición de libre pensador pues hay escuelas y filosofías que él no acepta y si bien reconoce su importancia, no quiere que se impongan.

Finalmente cierra la composición con la metáfora de las puertas que son la voluntad, la voluntad del poeta se identifica con la fuerza creadora de la naturaleza. La voluntad es para Whitman por sí misma un valor moral. "Las puertas" es metáfora de ambas cosas, por un lado de la voluntad poética como vocación de la escritura, y por otro lado de la voluntad humana como fuerza moral única capaz de cambiar aquello que está mal en el mundo.

La naturaleza es desenfrenada porque crea sin frenos, constantemente.